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Durmiendo en la calle

«no solo las reglas son para todos».

Ayer, por tercera vez en un año fui robado, las modalidades han sido diferentes, la primera vez, un niño me ofreció un rosa durante el recorrido de dos cuadras, y mientras yo intentaba deshacerme de el, otro niño me sacaba la billetera aprovechando mi distracción. Luego, cuando volvía de la universidad, a las cuatro de la tarde fui abordado por dos hombres que me amenazaron con un apuñalarme si no les entregaba todo. Y claro, está lo que pasó ayer, mientras volvía a mi casa, luego de comer, un hombre en una bicicleta me cerró el paso en una calle en la que él no tenia porque parar, pues no había carros en la intersección ni peatones cruzando la calle, yo paré y cuando el hombre en la bicicleta me lo permitió seguí mi camino sin dejar de sentirme extrañado por lo que acaba de suceder. Al minuto de mi incidente fui a comprar una cerveza y me di cuenta de que ya no tenía billetera, la misma que había usado segundos atrás para comprar unos cigarrillos. No lo podía creer, hablé con la policía, ellos me dijeron que no había nada que ellos pudieran hacer, aun cuando el robo acababa de suceder no mas de cinco minutos atrás. Sin embargo lo que me sorprendió fue la respuesta concreta de uno de los policías quien me dijo: “lo que pasa es que usted – o sea yo – no puede dejar que lo roben así tan fácil, eso le pasa por andar borracho”. ¿Es que acaso no tengo derecho a andar borracho sin ser robado? ¿Acaso el hecho de que me robaran fu culpa mía? Bueno, cuando oí las palabras del policía, la imagen de un cartel que había visto en donde comía hace veinte minutos se me vino a la cabeza, el cartel decía “en la calle no se duerme” y era parte de una campaña gubernamental para que los ciudadanos estuvieran prevenidos y cuidadosos de sus objetos personales durante las horas de fiesta.

Haciendo una radiografía de lo que había sucedido esa noche pensé, ¿que puede hacer el derecho ante una situación similar?, bueno, a esto tengo que responder con una reflexión.

Cuando estúve en los juzgados de paloqueamo y luego de haber visto el documental “bagatela”. Me di cuenta de que las penas para estos delitos habían aumentado considerablemente, posiblemente como parte de una estrategia para reducir la criminalidad de este tipo[1].  Sin embargo pude notar que casi ninguno o ninguno de los perpetradores de estos delitos, sabían que las penas para estos delitos habían aumentado tanto, y se encontraban con una dura realidad. Los abogados les decían “no, es que esa ley – la que regula las penas – si quedo muy dura”. Mi siguiente reflexión fue intentar meterme en la cabeza de ellos, pensé que al robarme ellos tal vez dirían, entre muchas otras respuestas o excusas cosas como “a este no le va hacer falta lo que le vamos a robar, a mi en cambio si me hace falta”, “vamos a robar a este “gomelo” que tiene todo y nosotros nada”, “que embarrada con el muchacho pero tengo que alimentar a mi familia”, en fin, siempre advirtiendo que estoy especulando, creo que estas personas piensan que no están haciendo nada malo, o en ultimo que están haciéndolo pero que tienen que hacerlo. mi primera respuesta fue, las cosas no son así, ellos si están haciendo algo malo y las cosas no tienen que ser así, y creo que me voy a mantener en ella hasta que alguien me convenza, no con el argumento trillado de que es culpa del capitalismo o del gobierno por no hacer nada ante tanta desigualdad social sino con argumentos que me demuestren que ellos no pueden hacer otra cosa que robar, en el mejor de los casos, a jóvenes borrachos, irresponsables y nihilistas, que ningún bien le hacen a la sociedad.

Por ultimo, algo que me llamo la atención fue, además de la reacción del policía, la reacción de mi familia y de quienes estaban conmigo, ellos creían que había sido culpa mía por haber estado tan distraído, me dijeron que tenia que aprender de la situación y tener mucho mas cuidado ¿Qué cuidado podía tener yo cuando en la segunda ocasión me sacaron un puñal a plena luz del día?

Es cierto que los ciudadanos debemos estar prevenidos y ciertamente las campañas publicitaras que no lo dicen son muy acertadas en cuanto a su premisa y a su enfoque, sin embargo creo que esta publicidad y esta campaña cívica debe darse en ambas direcciones, es decir, no solo debe invitar a los ciudadanos a no dejarse robar sino también a los ladrones a no robar, no solo bajo la amenaza de la coerción sino además, desde un enfoque que genere conciencia en ellos. El derecho debe ser entonces no el amigo borracho que los demás cargan a cuestas hacia su casa, sino el amigo sobrio al que los demás deben defender y ayudar cuando esta cansado de cargar con todo lo que se necesita para pasar un rato tranquilo.

Para mas información recomiendo el articulo Secretaría de Gobierno lanza campaña ‘En la calle no se duerma, permanezca atento’


[1] Delitos de bagatela, es decir; delitos menores.